1944

LA MUERTE DE DIOS

murió en una celda a consecuencias de la tortura

murió en el grito de una mujer violada en las calles de colombia

murió de hambre en venezuela

murió de desesperanza en los campamentos de los sin casa en san francisco

murió esperando una vacuna a orillas del ganges en la india

murió ahogado intentando escapar del infierno

murió en los brazos de millones

agonizó en los brazos

de un hombre

de una mujer

de un niño

murió esperando a dios


 NACÍ VIEJO

en vez de jugar me gustaba observar el mundo

aprendí a caminar para escapar a mi destino

las caricias despertaron mi cuerpo

los golpes blindaron mis sentimientos

en vez de poseer intenté amar

mi espalda se curvó para escribir

mi espalda se curvó para leer

mi espalda se curvó bajo el peso del dolor ajeno

nací viejo

intenté cambiar el llanto por la risa

al caer pensaba dos veces antes de levantarme

sabía que volvería a caer

pisaba terrenos peligrosos

quisieron enseñarme la seguridad

y preferí el peligro

quisieron uniformarme

y preferí la diferencia

quisieron enseñarme que la vida es dulce

dulce como la miel

dulce como la voz de la persona amada

dulce como el viento silbando en mis oídos

dulce como el agua corriendo vertiente abajo

que la dulzura era nuestro destino

y sin embargo preferí la sal

la sal que curtía el rostro

la sal que poblaba el rostro de mi amada

la sal que ardía en mis heridas

la sal del sudor que caía de mi cuerpo

la sal que recorría el desierto

mezclándose con el polvo de los muertos

nací viejo

preferí ver la realidad

a que me contaran cuentos de hadas

hoy

viejo

espero la muerte

intentando ser el niño que no fui

EL INVASOR

maldigo la hora

en que bajando de los cielos

pisaste la arena caliente

no con pies desnudos

para acariciarla

con pies cubiertos

para avasallarla

para ocultar tus intenciones

y encadenar la historia

maldigo la hora

en que clavaste en mi espalda

una lanza coronada por dos palos cruzados

símbolo de tu poder